martes, 18 de mayo de 2010

III. Canto de la Locura: HE MENCIONADO...


HE MENCIONADO...

HE MENCIONADO la ilusión.

Y todo es como un pasmo primerizo
de párpados cerrados.

Una penumbra sin ojos
es lo único que florece ya.

(Estoy ciego, Dios mío, como Saulo:
el caballo que come la yerba
sería la amapola,
el niño que jugó por la colina
sería el aire mismo
curvado de aureolas).

Francisco Matos Paoli
Canto de la Locura (1962)

En Canto de la Locura lo primero que notamos es que el autor no tiene un título específico, sino que las primeras palabras aparecen en letras mayúsculas y fungen como título del poema. Además en este poema específicamente el primer verso es la primera estrofa. Es un verso corto, pero importante. El poeta evoca la ilusión. Es como una invitación de lo que él propone tratar a través del poema.

Observando las siguientes estrofas podemos identificar ciertas imágenes que nos pueden dar luz del poema. Estas imágenes son: pasmo primerizo, párpados cerrados, penumbra sin ojos. Comenzando por la primera, pasmo primerizo, tenemos una situación que le ocurre al hombre. Por definición un pasmo es asombro o admiración que pudiera detener la razón o el discurso que se esté dando. Se podría decir que es en cierta forma una parálisis que se manifiesta por la sorpresa de un acontecimiento. A esto le sigue el párpado cerrado que índica simplemente el acto de no ver, de tener vedado el sentido sensorial de la luz y la vista. Luego una penumbra que es una sombra débil entre la luz y la oscuridad, y para colmo no tiene ojos. Esa poca luz tampoco se deja ver.

Se abre un paréntesis, una nota aclaratoria para dar luz a los versos anteriores. En esta estrofa Paoli entra comparándose con Saulo (que es el mismo apóstol Pablo, escritor de la mayoría de las cartas del Nuevo Testamento) quien era perseguidor de los cristianos hasta que fue sorprendido por un resplandor y escuchó la voz de Jesús para confrontarlo, preguntándole por qué le perseguía (por qué perseguía la Iglesia). Entonces, Saulo respondió qué quería que hiciera. Se dice que Pablo viajaba en un caballo cuando se dirigía a Damasco para prender a los cristianos (Hechos 9:1-19). Por lo tanto Matos presenta aquí dos imágenes: 1. el caballo que come la yerba, 2. aire… curvado de aureolas.

Ahora bien, uniendo todo estos elementos podemos auscultar en el mundo del poeta. Matos dice: Estoy presentando mi ilusión, pero me siento así… Está en un estado de asombro como cuando uno se entera de una situación por primera vez, el asombro es tal que no quedan palabras. Probablemente, la salida de la cárcel, la sanidad de la locura, la patria condenada aún, el tiempo perdido hace que el poeta se halle en una situación sicológica agobiante por tantas realidades que lo persiguen. Es tal el grado de confusión que se siente vedado, con los ojos cerrados en un lugar que para colmo la luz es escasa, por no decir carente. En otras palabras, no ve. Entonces entra en los paréntesis para presentar a Saulo. Usa una símil para compararse con él; probablemente en este momento, es que el experimenta un profundo encuentro con la Divinidad. Trae una imagen completa del momento que Saulo se encuentra con Jesús: el caballo y el aire curvado de aureolas. En este caso, lo más probable es que él este comparando su vida con la imagen del momento de la conversión de Pablo. El caballo podría representar la tierra como lugar transitorio en que el hombre transita hasta llegar al reposo eterno, y el lugar donde cada cual debe entregarse para colaborar con la obra del reino de Dios. Entre tanto, la imagen del aire curvado de aureolas podría ser el resplandor y probablemente la gloria de Dios ( en el caso de Saulo el resplandor de la luz). Sin embargo para él la gloria surge cuando él era niño. En esta etapa vivía en Lares cercado de montañas y a través de las ventanas miraba las nubes imaginándose lo místico, según él mismo cuenta en su autobiografía espiritual. Quizá esta evocando la remembranzas como estado ideal de lo que es el reino de Dios; aún más, el propio Jesús dice que para acercarse al reino de Dios debemos ser como niños.

También es importante mencionar que Paoli se encuentra en un estado de libertad, pero con un sueño truncado, la patria cautiva. Probablemente está buscando el respiro en lo Divino y mira al pasado para recordar la felicidad extraviada igual que postulaban los románticos con el buen salvaje. Entonces podemos decir que Paoli evoca la ilusión de la felicidad en un estado transido, lleno de penas y difícil de reconstruir. Sin embargo se refugia en el relato bíblico para guardar por esperanza en la persona Divina.

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